SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA, UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD 213 TEHUACÁN
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Introducción
Dentro de este ensayo vamos a explicar cómo es
que funciona el modelo organicista; se aplica a las teorías del desarrollo que
toman el «organismo vivo» en interacción con su medio, como principal analogía
para interpretar la conducta y sus cambios evolutivos, junto con el
«mecanicista» y «contextualista », forma el conjunto de paradigmas básicos
dentro de los cuales se han clasificado las distintas teorías en Psicología
Evolutiva.
Comenzaremos desde
lo básico que es saber que es
Se aplica a las
teorías del desarrollo que toman el «organismo vivo» en interacción con su
medio, como principal analogía para interpretar la conducta y sus cambios
evolutivos, junto con el «mecanicista» y «contextualista », forma el conjunto
de paradigmas básicos dentro de los cuales se han clasificado las distintas
teorías en Psicología Evolutiva. El organicismo es un modelo que concibe al
individuo como un sistema organizado, como un todo formado por partes que
interactúan y que tienen sentido únicamente en función de estas relaciones que
mantienen con el resto de elementos. Así, dentro de las ideas nucleares, esta
concepción holista, sistémica, en la que lo que importan son las estructuras
internas y las relaciones que se establecen entre ellas más que los elementos
concretos, es quizá la más compartida. La metáfora es el organismo vivo, el
sistema que presenta una organización vital. Las raíces filosóficas de este
modelo las encontramos en las corrientes racionalistas, en las propuestas de
Descartes y, sobre todo de Kant. Para este autor el conocimiento de adquiere
mediante un proceso den el que la mente humana impone cierto orden a los datos
capturados a través de los sentidos.
Este orden no está en
los datos, sino que es impuesto por la persona. Quizá la característica
esencial del modelo organicista es que un nivel de organización no puede ser
reducido a las propiedades o leyes que rigen los niveles de organización
inferiores: el todo es más que la suma de las partes. Cada nivel organizativo
incorpora leyes, propiedades o características ‘emergentes’ que no están en las
unidades que lo componen. Este supuesto es la esencia de lo que se conoce como
punto de vista epigenético: el desarrollo se caracteriza por la aparición de
nuevas formas y características a lo largo de la ontogénesis, cada nuevo nivel
tiene una complejidad nueva que aparece y no está presente en los niveles
organizativos inferiores o más elementales. De esta manera, la epigénesis implica
una postura radicalmente antireduccionista. Obviamente, esta doctrina de la
epigénesis implica, a diferencia de lo que sucedía con el mecanicismo:
• Una visión del
desarrollo caracterizada por la discontinuidad, por un desarrollo a saltos.
• Una visión del
desarrollo como la aparición de formas cualitativamente diferentes a lo largo
del tiempo. Cada nueva forma que aparece no puede ser comprendida remitiéndonos
a formas anteriores más simples, porque tiene propiedades que, sencillamente,
no existen en esas formas más elementales.
El desarrollo implica
la aparición de estructuras distintas a las previas, pero que no pueden
entenderse sin ellas. Por ello para algunos autores, el desarrollo implica una
diferenciación progresiva, una integración creciente, mientras que, al mismo tiempo,
para algunos de ellos esa diferenciación se logra a través de procesos de
desequilibrio y equilibración. De cualquier manera, el desarrollo desde este
punto de vista implica que los cambios son unidireccionales, irreversibles, con
una orientación hacia ciertos estados finales. La tendencia hacia estos estados
finales determina el desarrollo. De esta manera, aunque las causas eficientes
pueden facilitar o modular el cambio, se enfatiza la importancia de las causas
formales o de las causas finales en la explicación del desarrollo. Esto implica
que la descripción adquiera en numerosas ocasiones mayor sentido que la
predicción. La postura epistemológica más típica de los modelos organicista,
tal y como plantean este metamodelo Reese y Overton (1970) o Coll (1979), es la
constructivista: el sujeto participa activamente en la construcción de la
realidad conocida. El mundo exterior existe, pero el conocimiento de él que
tenemos incluye sus propiedades más las aportaciones de nuestro propio acto de
conocer. Sólo podemos acceder al mundo a través de nuestras estructuras
cognitivas. Sin embargo, este constructivismo es individualista, ya que es el
sujeto quien, por su propios medios, se convierte en conocedor, en constructor
de su propio conocimiento. Aunque este constructivismo, como veremos, no
caracteriza a todos los modelos organicistas, sí que es común el presupuesto de
un organismo visto como relativamente activo, que se desarrolla en un
escenario, en un ambiente, relativamente pasivo. En suma, Lerner atribuye al
organicismo las siguientes características:
• Es un punto de
vista epigenético.
• Es un punto de
vista antireduccionista.
• Es un punto de
vista que apuesta por la discontinuidad.
• Es un unto de vista
que confía en la integración relacional de elementos.
El modelo propotípico
dentro del organicismo es el modelo de Piaget. Desde este modelo, el individuo
es un constructor activo de sus propios conocimientos y el desarrollo se
entiende como la progresiva construcción y reconstrucción de estructuras
internas que forman un todo lógico. El individuo va pasando por etapas
(reestructurado esos sistemas internos para hacerlos más eficientes, más adaptativos)
hasta llegar a un estadio final de desarrollo máximo.
El modelo de Piaget
ha influido en la aparición de otros que intentan ajustarlo para dar cuenta de
algunas de sus supuestas anomalías. Este ajuste en muchos casos viene de la
mano de incorporación de elementos de otros modelos.
Estos modelos deben
entenderse como metáforas de la realidad y no como un reflejo de la misma. Por
lo tanto, los modelos de carácter teórico no son en sí mismos ni verdaderos ni
falsos, sino que resultan más o menos útiles como herramientas heurísticas para
generar investigaciones (Marchesi, Palacios & Carretero, 1983; Pérez
Pereira, 1995; Fernández Lópiz, 2000).Específicamente en relación al propósito
de la Psicología Evolutiva, la explicación de los cambios del comportamiento en
la dimensión temporal, Overton y Reese6 diferencian dos modelos o paradigmas7
subyacentes a cada teoría psicológica evolutiva; éstos remiten a posiciones
antitéticas las que, esquemáticamente, se caracterizan por:
Los modelos son
sistemas conceptuales de una extensión mayor que las teorías, por esta razón,
teorías que proponen diferentes constructos para explicar los fenómenos
estudiados coexisten al interior de un mismo paradigma o modelo (Coll, 1979).
Particularmente en el trabajo en Psicología Evolutiva, es pertinente considerar
el planteo de Fernández Lópiz (2000) acerca de la compatibilidad entre
distintas propuestas teóricas. Según este autor, el principal interés de la
oposición entre estos modelos - mecanicista y organísmico - reside en que
muestran “el carácter irreconciliable entre ambos y la imposibilidad de
combinar o integrar aspectos de teorías pertenecientes a paradigmas diferentes”
(Fernández Lópiz, 2000:31). En otros términos, se plantea que las teorías que
remiten a un mismo modelo pueden diferir en cuanto a la dimensión del
desarrollo estudiado pero no por ello ser incompatibles.
Conclusión.
Mediante este modelo
podemos describir a el ser humano desde una visión del desarrollo caracterizada
por un organismo y no como un mecanista ya que el individuo se concibe como un
ser organizado o activo una visión del desarrollo como la aparición de formas
cualitativamente diferentes a lo largo del tiempo. Cada nueva forma que aparece
no puede ser comprendida remitiéndonos a formas anteriores más simples, porque
tiene propiedades que, sencillamente, no existen en esas formas más
elementales. Por ejemplo: una máquina de pan solo se enfoca en hacer un solo
producto, la maquina no crece, se mantiene estática, tiene un sistema cerrado y
cuando se produce un cambio está mal o tiene un mal funcionamiento; sin embargo
si la comparamos con una planta; la plata crece y da frutos puede estar en
continuo cambio sin perder su esencia, mejor dicho el cambio está en su esencia
y se puede adaptar al ambiente teniendo un sistema abierto. A lo que podemos
decir que el sistema organicista es lo contrario al mecanicista.
Conclusión
Mediante este tema
abordado pude conocer cómo es que trabaja un sistema mecanicista y como es que
trabaja un modelo organicista, ya que sin querer tendríamos que tocar el tema
mecanicista para poder explicar el modelo organicista.
El modelo organicista
trabaja en función del medio ambiente, ya que se puede adaptar al ambiente sin que pierda su
esencia, ya que puede estar en continuo cambio o desarrollo a diferencia del
mecanicista que al producirse el cambio ya está haciendo referencia a que algo
anda mal. El desarrollo implica la aparición de estructuras distintas a las ya
establecidas, pero que no pueden entenderse sin ellas.
Vergara Guzmán Diana
Bibliografía
http:www.academia.edu/23776422/Modelo_mecanista_evolucista_y
_organicista
Organicista
(Psicologia del desarrollo) © https://glosarios.servidor-alicante.com
Formatos PDF:
el_nino_como_objeto_de_estudio.pdf
cap_02_encrucijadas_modelos.pdf